La llegada del mes de julio representa, desde el sentido patrio, recordar una vez más la Anexión del Partido de Nicoya a territorio costarricense en 1824.
Si bien el proceso de integración plena de lo que hoy conocemos como Guanacaste tardó algún tiempo en consolidarse (Vargas, 2023), lo cierto es que cada 25 de julio emerge como una excelente oportunidad para recordar los múltiples aportes que esa decisión trajo consigo al resto del país. Basta con traer a colación la alegría de sus habitantes, diversos platos típicos, volcanes, una amplísima biodiversidad y las playas de primer nivel, para evocar lo mucho que Guanacaste es.
Existe, sin embargo, otra cara de la provincia que debe llamar a la reflexión sobre la deuda que el país tiene hacia la población guanacasteca. Como bien lo describía El Financiero en su edición del 22 de julio del 2024, no existe una provincia homogénea sino muchos “Guanacastes” donde resaltan regiones de alto valor agregado y buen perfil socioeconómico con otras de baja productividad y poblaciones empobrecidas.
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En el Guanacaste de muchas caras coexisten sectores productivos del más diverso dinamismo. Mientras por un lado emergen generación eléctrica, turismo y sector inmobiliario como puntas de lanza, otras ramas de actividad como agricultura y ganadería, otrora sectores en franca expansión, aportan hoy día únicamente el 5% del valor agregado guanacasteco. En su totalidad, Guanacaste contribuye con el 5,7% del valor agregado nacional, cifra que bien pareciera reducida para el potencial que se le reconoce a la región Chorotega y que pone sobre el tapete un debate diverso sobre las condiciones.
En el Guanacaste de muchas facetas se observan grandes contrastes territoriales. Liberia, por ejemplo, genera casi un tercio de todo el PIB de Guanacaste, prácticamente lo mismo que producen los siete cantones de menor tamaño, una señal de la magnitud de estas desigualdades. Pero aún la Ciudad Blanca con todo su liderazgo provincial rezaga de forma importante en algunos factores claves de la competitividad cantonal. Según el Índice de Competitividad Cantonal 2024 (ICC) del Consejo para la Promoción de la Competitividad, ningún cantón guanacasteco se posiciona hoy día dentro de los 30 mejores territorios en la materia.
En el Guanacaste de muchas condiciones de vida, la pobreza afecta a un 28% de la población, 14 puntos porcentuales más que la región Central. De hecho, una de cada diez personas en pobreza del país reside en la región Chorotega. Las condiciones actuales dan poca esperanza para que esto cambie en el corto plazo. La escolaridad media de la provincia es menor a los 9 años, cerca del 55% de la población mayor de 15 años está desempleada o no participa del mercado de trabajo, un 12,6% de la gente no tiene seguro de salud y un 20% no posee Internet en su vivienda, el más alto del país.
Todas estas consideraciones preocupan porque el enorme potencial económico de la provincia esté siendo desaprovechado a la vez que pasa factura sobre grandes segmentos poblacionales que no pueden experimentar mejoras en su calidad de vida.
Lo bueno es que las oportunidades se mantienen; hay que estructurar una política integral que dé respuesta a las múltiples brechas y carencias que hoy se enfrentan. El desafío es desarrollar e implementar las medidas integrales en el contexto propio de la provincia. La información disponible del ICC es elocuente y da pistas sobre donde urge hacer inversiones sostenidas. Dos datos podrían ilustrar la orientación de dicha ruta. Hoy día, sólo el 34% de las rutas cantonales está en buen estado (88% en los mejores cinco cantones) habiendo cantones como Nandayure o Abangares donde dicho porcentaje no sobrepasa el 15%. Segundo, es necesario reforzar el acceso a Internet en centros educativos dentro de una amplia gama de intervenciones en dicho sector. En tanto los cantones más avanzados de Costa Rica tienen cobertura universal de la red de banda ancha educativa, únicamente el 55% de los centros guanacastecos poseen el servicio.
Ante tanto reto por delante, salta la interrogante: ¿Logrará el país saldar la deuda con una provincia que tanto nos aporta?