Las denuncias de parejas que han sido víctimas de estafas por parte de organizadores de boda, o wedding planners, han llenado titulares en los últimos meses.
Los casos resuenan desde febrero del año pasado, cuando más de 50 novios denunciaron a una empresa a la que le pagaron sumas millonarias por eventos que nunca se realizaron; y retomaron fuerza semanas atrás, cuando la Fiscalía Adjunta de Fraudes y Cibercrimen confirmó que tiene abierta otra investigación en contra de una compañía a la que otro gran número de parejas denunció por incumplir con los servicios pagados.
Por eso, y con el objetivo no solo de que su gran día sea como usted siempre lo ha soñado, sino de que también proteja su dinero en el camino, le compartimos una serie de consejos con los aspectos que debe tomar en cuenta previo a la contratación de este tipo de servicios.
Tome nota.

Las banderas rojas
Para Adriana Ballestero —wedding planner y propietaria de la empresa Royal Eventos—, estos casos “además de ser muy lamentables, crucifican a la profesión y a los que realmente somos wedding and event planners, porque generan una desconfianza demasiado grande”.
Por ello su empresa, que tiene más de 11 años en el mercado y cuenta con certificaciones internacionales en el tema, compartió una guía para que los novios sepan identificar las “banderas rojas” previo a contratar a alguien para esta labor:
“Un wedding planner es un profesional especializado en planificación, organización y coordinación de bodas y lo que que aseguramos es que cada detalle del evento sea perfecto y refleje el deseo de la pareja. Nosotros coordinamos y contactamos con los proveedores, planificamos presupuestos y asesoramos a los novios para que todo salga según lo planeado, por lo que lo primero que hay que verificar es que la persona tenga preparación profesional y emocional para poder resolver, porque en un evento pueden pasar muchas cosas”.
¿Cuáles es el error más común a la hora de contratar a alguien para esto? Según la organizadora, el basarse solo en el precio y quedarse solo con lo que se ve en redes sociales:
“Lo más común es basarse solo en el precio y no investigar referencias o testimonios de clientes anteriores. Una pareja afectada me dijo que se fueron por las fotos que vieron en las redes sociales y nunca, nunca se fueron a investigar quiénes eran las personas que estaban detrás. La gente tiene que investigar más allá: que no solamente tengan un Instagram bonito, sino que también tengan reseñas en Google, página web y que cuelguen testimonios”.
Además, un contrato protege tanto a la pareja como al organizador del evento, por lo que es importante cumplir con ese paso en el proceso:
“Más allá de tener fotos preciosísimas de eventos en Instagram, exijan que la persona muestre su cara, que los atienda presencialmente: si un wedding planner te cancela reuniones sin justificación de un momento a otro o si todo lo maneja virtual, ahí definitivamente hay una mala señal".

Cuidado con su dinero
Ballestero también recomendó tener cuidado en aquellos casos en los que la empresa prometa “precios increíblemente bajos, plazos poco realistas o servicios que parecen demasiado buenos para ser verdad, porque es problable que no lo sean”:
“Nosotros debemos ser transparentes con nuestros costos y con cómo manejamos el presupuesto. Si un organizador constantemente cambia los precios, añade cargos inesperados o no explica cómo distribuye el dinero, sépanlo que eso va a terminar en un problema. Lo mismo sucede con quienes no quieren decir quienes son sus proveedores o hablan mal de estos, no pasan las cotizaciones o no tienen contactos establecidos o fidelizados, eso lo que demuestra es falta de experiencia”.
También es importante prestar atención a la falta de comunicación o a las respuestas tardías del organizador, pues según Royal Eventos, “la planificación de una boda requiere comunicación fluida y clara” y “si te tardan en responder correos o te piden montos altos de un momento a otro”, también ahí hay señales de alarma:
“Cuando te empiezan a decir que ‘mirá, necesito que me deposités medio millón ya porque los de la alimentación me lo están pidiendo…’ y eso no estaba en el contrato, ahí hay una gran alerta”.
La organizadora finalizó asegurando que “esto no es un hobby, es una profesión que involucra el dinero y los sueños de la gente y por eso es importante que no se dejen guiar solo por fotografías de montajes espectaculares, sino que investiguen realmente quienes están detrás de la empresa y qué trayectoria tienen".