El dinero en si mismo genera activaciones límbicas que llevan a decisiones no tan correctas, como el consumo de corto plazo financiado con deuda de largo plazo.
El dinero en si mismo genera activaciones límbicas que llevan a decisiones no tan correctas, como el consumo de corto plazo financiado con deuda de largo plazo.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar algunas costumbres?